jueves, 16 de mayo de 2013

Cauac (tormenta)

"Para los mayas, las tormentas representan los tiempos de transformación y activación, haz llegado a la orilla de lo que conoces de ti, es tiempo de salir del aletargamiento y entrar en lo desconocido, iniciar la metamorfosis, la revolución personal, despojarse del pasado, de los viejos esquemas, las memorias y las expectativas"

Soñé mientras dormías y yo seguía despierta con una tormenta marina, enfurecida, oscura, fría, me mantenía apenas de pie en la embarcación que iba perdiendo la batalla contra las olas que la embestían, nunca había sentido tanto frío y tanto miedo, las lecciones que sabía no me tranquilizaban, los simulacros no me prepararon, me vi envuelto en el torbellino de viento y sal que me cortaba la piel pálida en esta noche sin luna.

Me sentí en un principio abandonado, porque tenía que enfrentar al furioso Zeus yo solo, porque no podía controlar este paralizante miedo, por qué si pedía ayuda, nadie me escuchaba; justo cuando más solo me sentía una débil luz me hizo volver el rostro, estabas ahí, quieta, cobijada, tranquila, a pesar de estar inmersa en la misma tormenta que me empapaba, mi primer instinto fue cubrirme el rostro, no quería que me vieras débil, no quería que pensaras que solo me acercaba a ti por que me ofrecías reconfortarme, siempre he querido se tu héroe.

Abrí los ojos de nuevo y sentí como la tormenta se trasladó hacía mi, se instaló en mis entrañas y entonces te vi de nuevo, con la mano tendida hacia mi, incondicional, no dijiste nada, solo sonreíste levemente y se me pasó el frío, me tapaste y dormí, de nuevo tranquilo, encontré el verdadero valor para aceptar la ayuda que había pedido, me llené de tu fe y tu amor incondicional, estoy preparado para todo, para viajar en esta barca contigo y ser tu héroe para siempre.

"Las tormentas purifican y te empujan a pasar barreras que parecían imposibles, los sentimientos intensos son el combustible que nos llevan a traspasarlas y descubrir la libertad del aventurero en el viaje sagrado de la vida, y nos trasladan de la separación a la reunión.

No escapes a la realidad y recárgate de los rayos y las centellas, de la lluvia y las olas que te golpean, escucha a tus sentimientos, vence al miedo y lánzate a la proa de tu embarcación, salta los obstáculos y disfruta luego la calma, prepárate para la siguiente tormenta."


miércoles, 15 de mayo de 2013

Psicosis Curativa

Psicosis: estado mental descrito como la pérdida de contacto con la realidad.

No necesito estar dormida para tener pesadillas, escucho todo el tiempo voces que conozco o que no conozco, palabras que entiendo y que no entiendo, imágenes de recuerdos o que nunca antes había visto.

Trato de convencerme de que este estado mental no puede ser permanente, que son síntomas, que es pasajero, que es parte de la cura, que no solo me pasa a mi, que tiene remedio.

Trato de describirlo tan bien como puedo, si pinto de adjetivos lo que siento, escucho y veo entonces tal vez no estoy tan alejada de la realidad, entonces tendrá más sentido, entonces tal vez pueda explicárselo a alguien y me pueda decir como curarme.

Siento que una brisa de ácido diluido me moja constantemente, me pica la piel y me deja heridas que no puede ver nadie mas que yo, siento que el aire me quema y es tan pesado que me oprime por dentro cuando inhalo, siento que alguien me grita dentro de mi cabeza y no puedo callarlo, siento que alguien me pisa la espalda y no me deja respirar, siento que cada paso que doy me rompe uno de mis huesos, siento que por la sangre me recorre galopante un veneno amargo que no termina de liquidarme.

Quiero dejar de llorar, levantarme, dejar de escucharlos, de sentir dolor, quiero desear algo de nuevo, quiero estar solo enferma y curarme.

martes, 14 de mayo de 2013

Prurito perene

El prurito o pico es un hormigueo particular, una irritación incómoda de la piel que conlleva el deseo de arrancarse la parte en cuestión.

Me pusieron el libro frente a mi, justo en la página que debía leer, inconsciente me rascaba el hombro izquierdo con la mano derecha, encorvada me acerqué al escritorio y lo leí completo, picor, ardor, irritación, erupciones, rasguños, heridas, hematomas, presentaba todos los síntomas, me salte la descripción la sabía bien, soluciones, remedios, recetas... no hay, solo hay preguntas.

Se que mi cuerpo me habla, si suena psicótico pero siempre me habla, la piel me ha estado gritando desde hace meses, se ha vuelto delgada y frágil, siempre me duele, siempre hormiguea, siempre arde, siempre me pica, intento inútilmente aliviar la sensación rascándome, arráncadola, pellizcándola, ungirme con cremas y aceites solo me da unos minutos de paz, veo caer mi cabello sin poder hacer nada al respecto, el sol me lastima, me grita la piel y no se que me esta diciendo.

Si es la piel con quien hacemos contacto con el mundo, debe ser que la mía está enferma del mundo, que es alérgica a la realidad, o que ya no puede contenerme. El libro en vez de dar soluciones insiste en preguntar si me aislo, si evito el contacto con otras personas, si tenga una actitud distante, si me pica mi realidad, si me retraigo... pues sí, si a todo, todo si, llevo meses encerrada en mi mente necia, en las ruinas de mi alma, en la oscuridad de la locura, en el pozo de mi tristeza, no quiero que nadie me vea,  me arde mi realidad, y verme al espejo, lloro si me abrazan y pasarme las manos por los brazos o por mi cabeza.

Ya traté de salir, pero siempre regreso a esta pesadilla en la que me arranco la piel para no sentir mas dolor, en donde incada en el charco de mi propia sangre y la telaraña de mi cabello tendida en el piso, me rindo de nuevo y me escondo de la luz, me sigo haciendo preguntas, dejo de escuchar al corazón y me rasco, me rasco aunque se que no es la respuesta, y que no es el remedio.

Necesito una caricia que me alivie mi piel enrojecida, una mano que me tome fuerte para ponerme de pie, un amor valiente que me recuerde como amarme y poder verme de nuevo en el espejo

lunes, 13 de mayo de 2013

Te abandoné pluma

Te vi ansiosa mil veces, en mi cuarto, sobre el escritorio, en el coche, en mi bolso, solo te vi y me guarde para mi las ganas locas de tomarte y destrozarte, te culpé sin razón y te abandoné esperando que te sintieras como yo, abandonada.

En mis intentos hasta ahora fallidos por salir de mi mente oscura, me tomé de la pluma para juntar las piezas, para bailar las ideas, cantar los sueños, pintar las horas, para escribir esperanzada de que alguien me leyera hasta que me rendí, en el supor del abandono culpé a mi pluma porque no me había dado el alivio que esperaba, porque las heridas seguían sin sanar, porque la locura no se disipaba, porque quería vengarme y dejarla sola, aunque me gritara entre sueños, tire a la basura los versos en que pensé, las historias que inventé, las imágenes que vi, dejé de escribir sin darme cuenta de que me apuñalaba por la espalda.

Me obsesioné con las listas, y los números, pensé: "si no logro escribir algo diario entonces he fracasado, no soy para la pluma ni ella es para mi, las palabras son un capricho y lo último que quiero es afianzarme de otro castillo de arena". Enfermé, las palabras se me acumularon en los pulmones y el pecho, me llenaron la boca y me la secaron, buscaron salir por mis poros y me abrieron las piel, me intoxiqué de prosas sin escribirse, de sueños sin contarse, de adjetivos y sinónimos y metáforas y exageraciones, se engarrotaron mis manos, me temblaba la voz.

Y tuve la más viva de las pesadillas, sentí que la piel se me partía como la cerámica sin curar, finas hendiduras se teñian de rojo y luego de un líquido frío, amarillento y espeso, el dolor no me despertó y eso era lo que más me aterraba, que sabía que era cierto y en literal parálisis mi cuerpo se desmembraba ante mi horror e impotencia.

Me olvidé de los números y de las fechas y de la estúpida obsesión por escribir diario, y te tomé pluma y seguí escribiendo, veo que me has perdonado, así como perdoné ya a quien me abandonó.