miércoles, 3 de abril de 2013

Las emociones desde la sombra

En esta casa no entra el sol hace meses, extraño hasta a las sombras...

Las sombras no existen si no existe la luz, cuando estamos en completa oscuridad, no sentimos mas que miedo, pero en cuanto los rayos de la razón, de la esperanza, del amor empiezan a tocar nuestra piel, entonces aparecen las sombras, que nos rodean y abrazan, que guardan nuestros monstruos, nuestros gnomos, nuestros sentimientos más oscuros, nuestros actos más egoístas, nuestros juicios.

En la sombra están la ira, el miedo, la envidia, la enfermedad, el dolor, el rechazo, la confusión, el caos, la tormenta. La sombra nos sigue cuando vamos hacia la luz y nos lleva a rastras cuando le damos la espalda al sol, la sombra nos reconforta porque nos mantiene cómodos, porque no hay nada más que hacer que revolcarse en nuestra desgracia y en el dolor, pero no hay más que lamentarse y llorar, existimos hasta quienes cargamos nuestro fabricador de sombras cuando solo hay luz.

"Somos luz" dice el maestro, "mas lleva siempre a la sombra a cuestas, se tú quien la arrastre y no al revés", la sombra nos sirve para aprender, nos permite sentir todas las emociones que nos hacen crecer o que nos terminarán hundiendo en la oscuridad, la sombra es el término medio en el que nos movemos a lo largo de la vida, no hay quien este en la oscuridad por mucho tiempo ni quien pueda mantenerse en la luz, es nuestro destino bailar con nuestra propia sombra y "llevarla" al ritmo de nuestros deseos más profundos.

Las emociones desde la sombra se engendran en nuestros intestinos, suben por la garganta, saben amargas, y libran batallas feroces, solo hay que recordar que están ahí porque la luz esta cerca.

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