viernes, 12 de abril de 2013

Y respiro..

Sentada en el mismo lugar desde hace meses, cierro los ojos y respiro...

Recito una oración corta, una, dos, tres veces, la boca se me seca, la lengua se amarga, lo voz se me entrecorta, se cierra mi garganta, me es imposible pasar saliva, se ha vuelto un veneno espeso que me atraganta, algo parece estarse acumulando en la base de mi cráneo, una plomada invisible que me provoca un dolor profundo y familiar, y sin aviso un flujo permanente de lágrimas cae precipitado desde mi barbilla a mi regazo, se ha abierto la válvula de escape y respiro...

Canturreo junto con la música de fondo, siento como vibran en mi garganta las notas que persigo y no alcanzo, las palabras que digo y no entiendo, no puedo escuchar nada más que la música, se me eriza la piel y el aire me lastima, se ha tornado hipersensible, delgada como papel, húmeda y fría, cada cambio en la dirección del viento me hace estremecerme como si hubiera dejado pasar por mi cuerpo una corriente eléctrica, un rayo que anuncia la tormenta en mi interior, se ha despertado mi consciencia y respiro...

Guardo silencio, y además de la música puedo escuchar a mi corazón marchar, a mis pulmones silbar, a mi sangre cantar y en mi estómago formarse una nube explosiva cada vez más densa, estallo y tiembla mi cuerpo, siento como una serpiente de calor me recorre y llevo mis manos a mi pecho, para asegurarme de que sigue latiendo, me suda la espalda y ahora siento el viento sin dolor, siento como regresa mi aliento y la calma, me seco las lágrimas aún sin abrir los ojos, llevo mis manos a mi regazo, paso saliva y respiro...

Sentada en el mismo lugar desde hace meses, abro los ojos y respiro.


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