jueves, 28 de febrero de 2013

El invierno de la serpiente

En invierno la Madre Tierra se contrae para guardar dentro de las semillas todas las potencialidades de la vida, permitiendo que la Naturaleza pase por su periodo invernal en el cual todo muere y reposa. 

Así como la serpiente cada que muda su piel, se dispone a vivir un nuevo ciclo. 

El pasado es mi piel vieja y la tristeza mi invierno, me envuelvo en arrugados recuerdos, grises rostros que me cubren la piel, turbios sonidos que me cierran los párpados, palabras vacías me cierran la garganta, apenas puedo moverme por el peso. 

El aire frío entra por mi garganta dejando un rastro de dolor intenso, de sequedad amarga, un silvido tétrico que cada vez es más acelerado, más corto, más agudo. Los árboles desnudos, sacudidos por el viento se asoman por las ventanas escarchadas para verme pelearme con mi gruesa piel inservible sobre el piso, ya casi no me quedan fuerzas para seguir luchando, no logro liberarme y me rindo.

Se acercan los lobos detrás de las blancas colinas, se acercan en círculos cada vez de menor diámetro, la hembra del pelaje mas blanco se acerca a mi rostro y me ve directamente, me reconoce, me sabe atrapada, me hundo en sus ojos suplicante, llena de lágrimas, siento los colmillos de los demás... si me lastiman, pero no me hacen daño... deshacerse del pasado es un proceso doloroso, sangriento, violento...lloro aliviada.

Agradezco infinito al dolor que me libera, esperaré paciente a la primavera, para junto con las flores y el canto de las aves, curar mis heridas con su perfume y bendiciones.



miércoles, 27 de febrero de 2013

Verdad con sabor a mentira

Hay cosas que por más dulce que uno les ponga, no dejan de ser amargas...

La verdad se manifiesta, grita, es luz pura, canta muy agudo, se sale por los ojos, se dirige hacia la luz, da vida, te entibia las manos, te acelera el corazón, la verdad no tienen tonalidades, ni grados ni categorías, la verdad siempre vence pero no tiene prisa.

Tus palabras no tienen verdad poeta, no importa si las dices, o las escribes, si las dices a escondidas o para todo el mundo, las encubres, las llenas de imágenes para distraer, tus ojos están vacíos mientras las unes para formar oraciones, para estructurar párrafos, para que suenen como versos. 

Tus palabras no tienen verdad poeta, son oscuras, son grises o verdes o rosadas, necesitan aprobación o comentarios, las adornas, citas a otros poetas, les pones comillas, escribes: nuncas y siempres, te amos y eres importantes, tu voz no tiembla cuando las dices, cuando las recitas, tu pecho no se hincha cuando las escribes, cuando las lees, cuando las tecleas.

Tus palabras no tienen magia poeta, porque no hechizan, son trucos, ilusiones, engaños, promesas vacías, oraciones falsas, argumentos inválidos, ecuaciones sin sentido, y no van con tu ser divino, con tu guerrero de luz, con tu yo infinito, con tu alma de jade.

¡Sé valiente poeta! ¡Vístete de hierro y verdad, ármate de magia y hechizos de jaguares! ¡Deja los trucos atrás, despierta de la ilusión que creaste para esconderte! ¡Sal de la oscuridad que no te deja ser libre para siempre! Solo es necesario decir la verdad, actuar de verdad, sentir de verdad, amar de verdad, ¡vuelve a ser el héroe que estas destinado a ser, el guía, la luz!

La verdad que sabe a mentira, es solo eso mentira...

martes, 26 de febrero de 2013

El último cuento

No es común saber cuándo escribirás tu último cuento...

El patinar de las llantas de un coche me sacudió de mi cama, ya esta oscuro "¿cuántas horas habré dormido?", no recuerdo haber visto el sol hace días.

Un cigarrillo...ni en la chaqueta, ni sobre la mesa, "¿en la cocina?"...en el baño, tras el espejo...una, dos, tres caladas..."mejor, mucho mejor"

Me asomo por la ventana a ver al mundo, el mismo al que le he declarado la guerra. No puedo con el ahora, su belleza y complejidad me abruman, esta depresión me tiene muy débil, el viento me empuja y no deja de repetirme tu nombre, el sol lastima mis ojos hinchados, el ruido esta a punto de volverme loco.

Siento un dolor constante, ya quité mi único espejo, me enferma mirarme. Entre la oscuridad y el humo, mi cama se vuelve más amable, aunque, aún huele a ti.

"Necesito algo mas fuerte"...duermo.

De nuevo, algo me sacudió de mi cama pero no escucho ruido alguno, me cuesta abrir los ojos..."soy yo, en mi cama, me veo tan...tranquilo, esa mueca es casi una sonrisa", no hay dolor, ni tristeza, la luz...la luz ya no me molesta.

lunes, 25 de febrero de 2013

Ho'oponopono

Te invoco en la oscuridad, te tengo en un momento...

La memoria es un regalo que no sabemos usar, es el gadget que no tiene instrucciones y cuya plataforma amigable nos lleva a desconocer su potencial, los recuerdos nos persiguen aun cuando no son invocados, se autoseleccionan o descartan sin previa autorización y en muchos casos se modifican extrayendo bytes de información de la imaginación.

Las memorias se van empolvando, exagerando, calificando, es necesario limpiarlas, dejarlas ser solo memorias y asegurarnos de que no nos persigan y nos lastimen.

Vivo asechada por estos monstruos en alta definición, estas imágenes, sonidos y esencias que me remueven el alma y controlan los impulsos de mi cuerpo, que me tumban al suelo y no me dejan ver la luz del sol, que me enfrían la sangre y duermen mi paladar.

Por eso te invoco, voy esculpiendo en humo blanco tu rostro, tu pelo, tu cuello, tus hombros, tu espalda, tu pecho, tu vientre, tu sexo, tus piernas, tus pies, tus brazos, tus manos, tus dedos, te visto de azul, huelo tu piel y me siento frente a ti, te tomo las manos...."lo siento", toco justo el centro de tu pecho "te perdono", te tomo la cabeza con mis manos, ala altura de tu sien y acerco tu frente a la mía, "te amo" respiro profundo, lo digo muchas veces y luego te abrazo, recargo mi cabeza en tu hombro y me aferro a tu espalda, siento el latir de tu pecho y tu sangre correr tranquila por tus venas "gracias", prolongo la ese, te suelto y desapareces.

Voy limpiando sin objeto alguno todos mis recuerdos, los visito, los siento, trato de no juzgarlos, los limpio, los transformo y sigo mi camino.

Ho'oponopono, y permito que todo vuelva a su orden natural, que me la inspiración se instale en mí y me siento complacido sabiendo que mi milagro, la lluvia tibia, viene en camino.

domingo, 24 de febrero de 2013

Me estalla el pecho

Se llena de líquido, se consume en fiebre, me estalla el pecho...

Tengo helada la piel, se han vueltos ajenas las puntas de mis dedos, el dolor es una puñalada profunda, un shock eléctrico, un veneno lento. Puedo sentir como se oscurece mi sangre, como se vuelve espesa, lodosa, impura, y burbujea dolorosamente por mis venas.

Me he envenenado con tristeza, con desolación amarga que me invade célula a célula, mitosis incontrolable del intruso asesino, mientras mi sistema de defensas se ha dado ya por vencido.

El corazón, guerrero y rebelde, no se ha rendido; bombea a marchas forzadas, sin voluntad, por inercia pura, por que es lo único que sabe hacer. Se me hinchan las venas del cuello, puedo ver como danzan furiosas queriendo rendirse ante la presión de la sangre envenenada y alcohólica que las golpea.

La oscuridad se ha vuelto líquida y me recorre dejando sombras a su paso, fantasmas que gimen dolientes en mi cabeza sin descanzo, dejando charcos putrefactos en su camino, charcos en los que me ahogo por dentro. 

Respirar es la batalla de cada minuto, cada dosis de aire me corta cual navaja oxidada la garganta, me acidifica la saliva y me deja sin habla, abro los ojos suplicante, consciente de que no queda ya mucho tiempo, me tiro al suelo y me abrazo las rodillas, no puedo gritar, no alcanzo la puerta, la luz parpadeante del televisor apagado dibuja mi deforme sombra en el piso de tibia madera.

Se entumen mis senos muertos, mis piernas cortas, mis brazos débiles, la única sensación que percibo es la acidez en mi boca y el martillazo de dolor en el pecho que estalla. 

Así mutilada, me doy cuenta que no es otra pesadilla.

sábado, 23 de febrero de 2013

Muerte a la Puerta

En esta puerta no hay cerradura, no hay timbre, siempre esta entreabierta...

En esta casa, en el fondo del bosque, no se respira aire fresco, el aire siempre esta frío, húmedo, viejo, el sol no se ha visto desde hace meses, nada crece en los alrededores, lodo, rocas, todas vivas, ocupan el lugar del  camino que nos llevaba a la salida.

Las paredes lloran gotas de una humedad permanente, mientra las ventanas se han nublado para no permitir ver hacia afuera, no hay platos sobre la mesa, solo tazas, y la tetera sobre le fogón, cobijas, almohadones, toallas, la cama deshecha, el techo impaciente.

Si estás dormido escuchas los sonidos del bosque a lo lejos, los insectos bajo las grietas, las aves dormidas, los fantasmas tras las cortinas, si estás despierto solo hay silencio, estás presente y viviendo en tu casa gris, de madera vieja, con olor a cera y a tinta, a té y a rosas secas.

Alguien está en la puerta, es hermosa y te sonríe descarada, viene de gala, de muchos colores, entra sin permiso y te coquetea, te canta canciones, te sirve una copa, se sienta en tus piernas, se acurruca en tu pecho, te invita a la cama, duerme contigo, te prepara una taza de té, te dice que es tiempo de irse pero que quiere irse contigo.

Las sigues por que esté llena de flores, porque sus ojos brillan como velas en la noche, porque huele a cempazuchitl, y va dejando un camino de sal mientras camina, porque te ha tomado de la mano y no quieres dejarla ir.

Es la muerte que está en la puerta, no vino a quedarse, es amor de una noche, tentación permanente

viernes, 22 de febrero de 2013

Muki Sukurúame

Mujer-mago, dueña de la noche y del viento, reina de la tierra, semilla de vida.


En un sueño borroso, en mi casita vacía y oscura, entró una mujer con piel de luna, con ojos de ónix donde se veían las galaxias, descalza, desnuda, envuelta del perfume de la tierra húmeda y la espuma del mar.


Mi pecho de mujer es rociado con el dulce néctar de sanación que la Madre Cósmica me entrega, me toma las manos y llora junta conmigo de rodillas a un costado de mi cama, me ve rota, desmembrada, gris, apagada, me escondo en su tibio regazo y me canta canciones, me trenza el cabello, y el aire se torna violeta, me limpia las heridas en la piel, la sangre seca, acaricia mis cicatrices de esta vida y de las otras.


Siento dolor pero no tengo miedo, me cubre los ojos, me nombre jaguar, me viste de blanco, ahora el aire es rosado y huele a los pétalos de la flor mujer, a su néctar dulce, al hogar de la semilla, me vibra la punta de la nariz pero no abro los ojos, "sukurúame, envuélveme en un hechizo, cúbreme de estrellas".


Se enciende mi útero y mi pecho, se mojo sin lluvia, fluye en mi piel el roce de Muki Sukurúame, me calienta su aliento y me deja dormir por primera vez entre las sábanas de mi cama y no en el suelo donde había caído, el camino es largo, doloroso, pero ser mujer es ser mago, ser guerrero y recipiente del dolor de nuestra madre la naturaleza, me da un granito de fuerza y me deja dentro de un aura azul.

Esta noche no ha sido menos dolorosa, pero no he tenido pesadillas, solo poesía...

Paso a paso, lento…lento es el ascenso
hacia la cumbre,
la voz de la *ilamatl es mi compañía,
sabia en amor de pan y fruta.

Zurzo sueños con hilos de *copitl
hasta alcanzar la voz de mis versos…
Versos entre uñas rotas
que escarban y desbordan el agua sacra
desde donde mi madre *Tlalli me bendice:

porque soy un poco árbol
un poco ave y *papalotl
que va menstruando sobre los campos,
la bendita esencia roja que me significa.

Mujer, mujer…
es el canto
el murmullo de *yohualli
acariciando mi piel desnuda…

Mujer, mujer…
canción del beso:
*xochipilli que se escribe y pronuncia
allá donde el viento regresa
arrastrando el secreto de la sal,
que desde tus entrañas
pare la lágrima fértil,
que de tantas formas
deletrea tu nombre…

(poesía de Issa Martínez Llongueras)


*ilamatl-abuela
*copitl-luciérnaga
*Tlalli-Diosa de la tierra
*papalotl-mariposa
*yohualli-noche
*Xochipilli-poesía


jueves, 21 de febrero de 2013

Me abrazaste árbol

Testigo silente, desde mi ventana te vi morir y renacer lento, muy lento mientras te abrazaba...

Nunca estás inmóvil, jamás en silencio, me miras tierno a todas horas, mientras no duermo, mientras lloro, mientras me sangran las manos, mientras escribo, mientras hago oración, mientras me ahogo en gritos, mientras se cae mi pelo, mientras se marcan las horas en mi piel.

Desde la tierra, pareces muerto, igual que yo...triste, duro, opaco. Desde arriba, de mi ventana, se ven tus retoños necios queriendo devolverte la vida, te ves esperanzado, suave, brillante, aferrado a no dejarte apagar por el frío impasible y el viento violento, se que me hablas y te escucho, pero no puedo aferrarme ya a nada, no puedo ser como tú, árbol y me mezo a tu mismo ritmo abrazada a mi almohada, en esta prisión acolchonada de la que tengo que escapar cada mañana.

Quiero despertar como tú, quiero tomar del agua de la vida y volverme verde, quiero enraizarme a la tierra y dejar de vivir mareada, dejar de temblar, aguantar de pie los días y las horas, volverme valiente y cantar con el viento sin que éste me derrumbe, fuí hasta ti y te abracé en silencio, te pedí ayuda, te escuche latir, llore aferrada hasta que se abrió mi piel por el frío y el viento, hasta que se abrieron mis labios y me llene la boca de sangre y lágrimas, ¡enséñame árbol, háblame, dime cómo, dime hasta cuando!

Caí de rodillas sin soltarte, sin poder gritar mi dolor, sin poder tomar ni una sola bocanada de aire...y me abrazaste árbol, me abrazaste.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Mujer Jaguar

Soy mago blanco, shaman, mujer-jaguar...

Me siento en la silla de siempre, como desde hace meses aún no puedo entablar ninguna conversación normal con nadie, pero ella lo sabe, me cuesta levantar la mirada, sé que mis ojos van a decir todo lo que no me deja decir este nudo en la garganta, me armo de valor, la miro a los ojos, mientras ruedan tres gruesas lágrimas por mis mejillas, el cuello, hasta mi pecho, no puedo decir nada, ella lo entiende.

"Eres de la raza cósmica blanca, un alma muy vieja, te llamaban Ho Ix, la mujer jaguar guiada por el viento, amiga de la serpiente, conectada a la tu madre, la tierra, de quien te nutres, pero estas apagada, necesitas luz, salir de la madriguera, eres maga pero estas atrapada en el tiempo lineal, debes regresar a la tierra para tomar fuerzas y llenarte de la energía del sol, vivir el presente eterno"

No dejo de mirarla y hablarle sin decir nada, no dejan de rodar las lágrimas, no puedo dejar de arrancarme la piel de los dedos y ver rodas las sangre por mis manos, casi tiemblo, la escucho, pero no solo como los vivos, la escucho por dentro. 

"Ya esta cerca la alegría, tienes mucho trabajo por hacer, no dejes que nadie menosprecie tu dolor, tu misma eres capaz de sanarte y volver a vivir tu sabes que lo que pediste esta ya en camino"

Se me entibió el alma, solté mis manos junto con un suspiro, sigo sin poder hablar pero ya no lloro, me resuenan sus palabras en el pecho: "ya viene tu lluvia tibia, no dejes que te arrastre la oscuridad y brilla, habla de nuevo con los árboles, déjate acariciar por el viento y escucha los mensajes de tu Padre, llora y purifícate, vístete de colores y habla con las serpientes, tu nombre esta escrito desde el principio de los tiempos mujer-jaguar, Ho Ix"

martes, 19 de febrero de 2013

Amigo viento

En busca de un amigo, me hice amiga del viento...

Hace ya muchos años escribí mi primer poema, o lo intenté, en ese poema describía mi recién descubierta amistad con el viento, producto de mis conversaciones imaginarias con el elemento que sentí más cercano a mi alma. Desde entonces, somo amigos, platicamos y me mantiene abrazado cuando siento que me rompo en pedazos, seca mis lágrimas y lleva mis oraciones a tus oídos, detiene el tiempo, cantamos canciones, y me  acompaña en mis largas horas de silencio frente a un cuaderno, bajo un árbol, mientras corro o en lo que concilio el sueño.

El viento siempre ha estado en sincronía conmigo, es suave cuando necesito cariño, me trae la sal del mar, se lleva mis gritos de angustia, se violenta cuando lloro, me cubre de tierra para esconderme del mundo, me silva al oído cuando estoy perdida, me refresca la nuca cuando estoy agotada, me congela el rostro cuando ardo por dentro, bailamos junto con los árboles, o nos quedamos en silencio en las calles.

Juntos soplamos a nuestra taza de café caliente, apagamos las velas y me obliga a cerrar los ojos para mirarme por dentro, limpiamos las calles, golpeamos paredes, borramos las huellas que dejaron marcadas en nuestro camino.

Justo hoy me dijeron que el viento es mi guía, el guía de la mujer-jaguar, del mago blanco, del shaman, yo ya lo sabía. Protagonista de mis primeros versos, compañero de vida y de muerte, te sigo escribiendo, como hoy, me sigues abrazando, como siempre, amigo viento...

Amigo del Viento (1997)

Cuando no estoy contigo
vacío es lo que siento
y en busca de un abrigo
me hice amiga del viento

Él me enseñó que el amor
no tiene lugar, ni tiempo,
que si no estás presente
es porque te llevo dentro

Es porque estás en la flor
en la tierra que piso
en el canto del grillo
en la melodía de la noche
en la estrella distante
en la oscuridad que abraza

Porque eres el susurro suave
que invade mi alma
eres calor constante
intenso como la llama
y provocas en mi una sonrisa
mientras enjugo una lágrima

Cuando no estoy contigo
vacío es lo que siento
y en busca de un amigo
me hice amiga del viento

Tenía razón, estás aquí
aquí dentro.

lunes, 18 de febrero de 2013

Dolor Purificador

Desnuda en una tina de agua fría me entrego al dolor que purifica...

Han pasado días muy largos, las noches ya no las cuento, desde que duermo artificialmente no puedo recordar lo que sueño, solo sé que son pesadillas, y que tengo miedo, espero ansiosa bajo una cobija aborregada y tinta que el cielo se torne claro, al primer rayo de luz se tranquiliza mi espíritu y empieza el dolor.

De noche, cuando tengo miedo no siento dolor, no lloro, el miedo tiene alerta los sentidos, veo sonidos, escucho rostros, no distingo por más que quiero si estoy dormida o despierta, no puedo mover mi cuerpo, me veo desde lo alto, respiro lento. No he aprendido nada de mi compañero miedo, no lo entiendo.

De día, se que el dolor me tomará prisionera, no puedo esquivarlo, me es imposible ignorarlo, me duelen las piernas, tu ausencia, los ojos, el alma, el pecho, la piel descarnada, la base de la cabeza, cada vez que inhalo, cada paso que doy. De mi dolor creo que si he aprendido algo, lecciones de humildad que he tenido que repetir muchas veces, soy cabeza dura. Aprendí que no soy valiente, que mi cuerpo esta conectado a mi alma, que él mismo dejó de obedecerme, aprendí que el dolor el signo de vida, que purifica, que duele cuando mueren una células y nacen otras, cuando cambias de piel, cuando el corazón se rompe, cuando se tienen que enfrentar otras 20 horas despierta.

No voy a huir del dolor, me voy a envolver en él todos los días, lo abrazaré como al maestro paciente que no deja de darme lecciones, lo voy a inhalar muy lento y retenerlo en mis pulmones, dolor purificador, hasta la última de mis exhalaciones.



domingo, 17 de febrero de 2013

Pesadillas

Le tengo miedo a la noche, veo caritas, vivo en pesadillas...

Nunca me sentí tan injusta por sentirme triste, vi la carita de mi sobrino enfermo y me sentí justo como él, sin fuerzas ni para levantar su cabecita, lloroso, con los ojos a medio abrir, su piel rosadita se había tornado tan pálida que se veía gris, me veía y sin decir nada me pedía ayuda, y no podía hacer nada más que abrazarlo y asegurarle que pronto iba a surtir efecto la amarga medicina que tuvo que tomarse. Se me colapsó el pecho, quería llorar junto con él y me contuve, le pedía que se durmiera para que se pudiese sentir mejor, pero se despertó de una pesadilla, lleno de miedo, con carita de terror, pidiendo ayuda, aún sin distinguir del todo la realidad de los horrores con los que había soñado.

Pero la medicina ya hecho algo de efecto, aunque haya sido tan amarga y la haya tenido que tomar tan seguido, volvió a sonreir, a jugar y a ser rosadito.

Que tonta me siento por no aprender de él, que lección tan grande y que poco mi entendimiento, hoy y hasta que sea necesario me seguiré tomando mi amarga medicina, me seguiré despertando de mis pesadillas y esperaré confiada la cura, el milagro, la lluvia, la sonrisa, el juego y ser de nuevo rosadita.

sábado, 16 de febrero de 2013

¿En quién confías?

La verdad nos mantiene inspirados e inspira a los demás

Prefiero la verdad, creo que ya son pocas las personas que la prefieren, la verdad es un trago amargo, como el café negro, como un vino seco. La sensación de amargura despierta, nos hace cerrar los ojos un momento y luego abrirlos con mucha más claridad, al final, contrario a lo que parece lógico lo amargo nos reconforta más que el dulce, porque el dulce es pasajero, la amargura se queda en el paladar por más tiempo, porque la amargura se queda en el alma, a veces para siempre.

Elijo la verdad, porque duele, como las piernas después de corre, como el pecho después del amor, el dolor es inevitable y es mejor abrazarlo y dejar que se consuma de forma purificadora hasta el final. La verdad purifica, y como el agua del río, puede ser violenta e implacable o suave y fatal.

Me cuesta distinguir la verdad, pero la busco, en las palabras que dices, en las que no dices, en las miradas, en los libros, en la poesía, en la música, en compañía, sola, cuando hago oración, cuando corro en silencio, no me importa escuchar la verdad, estoy lista: depresión, olvido, sin ti, nunca, no te amo, muévete, cáncer, muerte, despierta, 33, no te extraño, es tu culpa, soledad, enfermedad, te amo, somos uno.

Las palabras que son verdaderas son resuenan en el pecho, nos vibran en la punta de los dedos, nos cortan la piel, nos llenan de lágrimas, pero al final son las palabras que nos curan y nos liberan por completo. Sé con certeza cuál es mi verdad, la de la naturaleza, la de Dios, más no la tuya.

Sigo pidiendo y dando solo verdad, ¿en quién confías para que te la diga?


viernes, 15 de febrero de 2013

Instrucciones para continuar

Perdí al maestro, me quedé sin guía, ¿quién tiene entonces las instrucciones para continuar?

Soy inmune a las respuestas, solo tengo preguntas. Ya le pregunté al viento, al cielo, a mi madre, a 24 libros distintos, a dos poetas, a la voz de mi alma que dejó de hablarme, sigo en la oscuridad, sin ver señales ni luces.

Me tomo los minutos y las flores gota a gota, me unto las horas y los aceites, me inyecto las noches y las medicinas, inhalo las horas y el incienso, para ver si es cierto que el tiempo es buena medicina para esta enfermedad sin cura, tengo todos los síntomas, no veo ninguna mejora, ¿donde están las indicaciones?, ¿cómo se toma el tiempo? y ¿cuáles son los efectos secundarios?.

Me senté en la hierba, rendida, le pregunté a un árbol, cuál es el camino, se me olvido que siempre ha estado en el mismo lugar. 

Hoy no quiero darme por vencida y ya que no tengo instrucciones me senté frente a una hoja en blanco, con un color azul en la mano a escribir las mías: 

1) sigue pidiendo que regrese, que no se te acabe la fe, que tus células, todas, vuelvan a funcionar como debieran 2) levántate de la cama aunque te tome la mitad de tu reserva de energía 3) corre con furia, 4) llora sin límite 5) escribe sin censura y 6) sigue administrando tiempo, por más amargo que sepa, aun cuando no se vean resultados. 

Me conformo con lo que he escrito, mis instrucciones para continuar


jueves, 14 de febrero de 2013

El sol que no calienta

Suda mi piel muerta, fría, a la que el sol ya no calienta.

Corro en círculos, para igualar el dolor de mi cuerpo al de mi alma, para que me duelan los dos por igual y no arrastrar ni uno ni otro, cada zancada es una punzada en el pecho, cada calambre un recuerdo que se pierde en el aire, como se pierde la humedad de mi frente o tu rostro en mi memoria.

Me quedé sorda por el constante sonido del corazón en mi oído interno, no escucho mis pasos, ni a la gente, ni lo que voy orando, no me escucho ni por fuera ni por dentro, corro encerrada en una cápsula flexible que se contrae para dejar cada vez menos aire disponible.

Pero te veo madre, Tonantzin, veo tus palabras en el cielo de colores, siento tu abrazo,mi regalo de todos los días, me lo bebo todo, me sabe a sal, me sabe a tierra y a humo, se pintan rosas, naranjas y púrpuras tras los cerros ocres y lo despinto todo con un grito ahogado, con el llanto desbordado.

Me tiro al piso agotada, fría, sin aire, bajo el sol que no calienta.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Al morir el cuerpo, vive el alma

En el principio no había cuerpo y luego nos hicimos de una frágil, chiquitito, delicado, perfecto y nos dedicamos a descubrirlo, a acariciarlo, a etiquetarlo, a compararlo.

Luego hicimos del cuerpo una fiesta, un recipiente, un instrumento, una máscara, una novela. Se nos olvidó que se pudre, se arruga, se rompe, se rinde, que tiene fecha de caducidad temprana y lo arrastramos por la vida, por el suelo, por las camas, sacudiendo al alma en sus adentros, en sus rincones olvidada.

Cuando el cuerpo tiembla, nos acordamos del alma, de que por ahí sigue, de que tal ves ésta no envejece, o no se enferma o no se arrastra. Y nos olvidamos del cuerpo mientras danzamos con el alma, nos percatamos que no es inmune y también se rompe y se enferma y que es menos sencillo curarla. 

Y cuando muere el cuerpo, dicen que vive el alma, que esta es eterna, que no es de uno, que es una sola en conexión con todas las demás, que rejuvenece, renace, es luz y es música.

Y cuando muere el alma...el cuerpo le sigue 

martes, 12 de febrero de 2013

Sueño artificial

"A veces siento, al despertar, que el sueño es la realidad" (Molinos de viento, Mago de Oz)

El sueño artificial producido por los comprimidos encargados de mantenerme alejada de las garras del insomnio, cumplen sus promesas a medias tintas, no se que tanto me sirva quedar inconsciente por cuatro horas y despertar sumergida en una espesa niebla que tarda en despejarse otras cuatro horas.

Aún soy capaz de conciliar el sueño por mi cuenta, la lucha constante por estar de pie, por no llorar o hacerlo, por distraerme, me agota y puedo reunirme con mis demonios en mis sueños y seguir con la pesadilla o en ocasiones soñar con cosas más agradables. 

Cuando duermo la vida es más justa, hay momentos buenos, hay malos, pero pasan, como la cinta magnética de un viejo cassette, pasan y no vuelven, no hay "repeat" no existen los botones de pausa, adelantar o regresar. Los sueños pasan como debería pasar la vida. Tengo una sola oportunidad de vivirlos, ya sea que los disfrute o los sufra, que me ría o que llore, pronto terminan. 

Sueño con cosas triviales, con personas que no conozco, con paseos por caminos de tierra rodeados por árboles danzantes, con perros alegres, con bebés, con él, con el pasado, con el futuro, con mis clases, con mis libros, con poesía, con colores. En mis sueños huele a  pan recién horneado, a hierba fresca, a brisa de mar, a su piel acalorada, se escuchan violines y flautas, viejos pianos, ecos sombríos, risas y llantos...pero este sueño real solo dura dos o tres horas, debería ser una eternidad.

Despierta, tengo una sola pesadilla, mi espiral infinita, la oscuridad que me apresa, el silencio impenetrable, las cicatrices de las mentiras...un solo guión que no deja de repetirse, que no deja de perseguirme, que no dejo de sufrir, que se repite, que se regresa o adelanta y se queda pausada por periodos insoportables que parecen infinitos. Son las cuatro de la mañana y presa de esta realidad me refugio en el efecto del sueño artificial, para despertar a la misma pesadilla pero ahora cubierta de niebla, borrosa, lenta, pesada.

El sueño es mi realidad, sigo esperando mi lluvia tibia.




lunes, 11 de febrero de 2013

Espiral Infinita

Creí que estaba en un pozo, pero es una espiral infinita.

Solías decirme que no había experimentado la oscuridad o el silencio, porque no había entrado a una cueva, ahora hace días que vivo en una, ya sentí el miedo y la presión en los oídos.

Me arrastro hace días en esta profunda oscuridad de esta pesadilla que vivo y revivo despierta y dormida, en este silencio al que me has condenado, volteo hacía arriba para ver la luz, para pedir ayuda, al principio pensé que estaba en un pozo, del cual podría salir.

Ahora me di cuenta que no es un pozo, es una espiral infinita y mientras avanzo el piso se torna mas resbaloso, más inclinado, es más difícil asirse del suelo, las paredes han desaparecido. Lo intento todo pero entre más tiempo en vela acumulo, más abrupta es la pendiente a la cual trato aferrarme.

Me tienta soltarme, rendirme, usar las manos para abrazarme por ultima vez y dejar de luchar, creí que me arrastraba lentamente en la espiral hacía arriba, ahora me doy cuenta de que cada vez estoy más profundo, me domina el miedo a no ver la luz de nuevo, a soltarme.

Solo escucho a lo lejos la caída de la lluvia tibia, sigo pidiéndole a Dios que la traiga a mi de nuevo.

Creí que estaba en el fondo, pero caigo en una espiral infinita.

En el cerro más grande

Te lleve a cuestas, te dejé arriba...te espero aquí abajo.

Caminé hasta el cerro más grande, marcado por una cruz, testigo de tanto dolor, pensé que el cerro y yo nos haríamos buena compañía.

Tomé de entre tus cosas la que menos significó para ti, la hoja "de jade" que te regalé pensando que la llevarías contigo junto con las noches llenas de muerte y cempazuchitl, creyendo que me veías, me tocabas y me amabas a mi; pero era a ella. Yo le di significado a esa hoja y ahora se la iba a regalar al monte, a la tierra, iba a enterrarte junto con ella.

Caminé mucho tiempo, el viento frío me heló la nariz, llegué hasta la cima y lloré para despedirme de ti, de tanto dolor, de la ira, de un poco de rencor. Me senté en una roca y apreté entre mis manos la hoja, pensé en enterrarla pero recordé el último árbol que pasé en el ascenso, "la vida si que es un espejo", un mezquite que se aferraba a una erosionada roca y que parecía seco por completo, pero de la punta de sus quebradizas ramas brotaban pequeñas hojas pálidas que daban fe de que no había muerto aún.

Los árboles siempre lo han sido todo para mi, son metáforas perfectas, historias infinitas, seres mágicos; bajé hasta él, me cubrí bajo su sombra unos segundos, respiré su aire y te dejé en la más profunda de sus ramas donde solo un rayito de luz te iluminara, esa misma luz que te envío en mis oraciones, la misma luz que no veo desde hace tantas noches.

El resto del descenso fue difícil, fui llorando esta pequeña muerte mientras me aferraba a las piedras, fui dejando el dolor atrapado en los matorrales, esta tierra árida lo absorbe casi tan bien como al agua Llegué al camino aún con coraje, pensando en lo injusto que era tener que pasar por esto, sentirme así, pero el viento helado me calmó un poco, "vamos por un café", olvidé que iba acompañada, y me despedí del cerro más grande, de ti, del dolor, de la ira, de un poco de rencor.

Un sorbo de café y de luz...te espero aquí abajo.

domingo, 10 de febrero de 2013

Sonata en claro de luna

Apenas me atrevo a salir de la cama...

Los sábados son de lluvia tibia, pero no más sobre mi cabeza, este sábado salí de nuevo, me tomó mucho más de lo creí, llegue a un nuevo consultorio, éste me dio menos miedo, trate de darme a entender entre sollozos, sigo siendo pequeñita.

Entonces, sin aviso, se escuchó el piano, y poco después la sonata que me baño de claro de luna, siempre que la escuché, abrí los ojos y miré al cielo, a los árboles, siempre sonreí y puse más atención al viento rozando mi cara. No ahora, desde la primera nota cerré los ojos, no fue para disfrutarla, fue miedo, terror, sabía que la sonata me iba a desgarrar el alma, pero no me resistí, resistirse es inútil.

Entonces ahí, sobre esa incómoda silla, en ese pequeño cuarto, junto a un perfecto extraño, sentí como Beethoven me había leído la piel y me lanzaba despiadado, con cada nota, flechas ardientes de dolor puro, no las esquivé, apreté los puños y la vibración de la sonata me sacudió como el más terrible terremoto, me sentí rodeada de un fuego frío que me paralizaba, trate de respirar... pero no pude, volví a sentir el dolor de perderte, de tus palabras, de tu despedida, de mi casita vacía, de las cajas llenas de cosas, del engaño, de las mentiras; mientras el corazón hacía un esfuerzo por no salirse del pecho, sentí que mi cabeza era una bomba de tiempo y trate de sostenerla entre mis manos, pero caí al suelo.

Seguía la sonata inundando el cuartito, al igual que mi llanto, aunque tenía cerrados los ojos creo que me ví desde fuera, vi el miedo en los ojos del extraño, me vi la piel erizada, la espina curvada, las manos entre mi pelo, las arcadas por todas aire, lo vi todo, como en una película, y mientras seguía la sonata flotando en el aire, junto conmigo.

Las últimas notas, las últimas punzadas, poco a poco pude tomar aire de nuevo, no pude dejar de llorar, recuerdo haber pensado "ahora si perdí la razón" y regresar a mi cuerpo, a la oscuridad tras mis ojos cerrados. la sonata y su claro de luna se esfumaron, el piano siguió, también mi miedo.

Los sábados son de lluvia tibia, pero no más sobre mi cabeza, sigo siendo pequeñita.

Apenas me atrevo a salir de la cama...

viernes, 8 de febrero de 2013

Deseos para el 11 de febrero

A tres días de mi cumpleaños, solo quisiera bailar bajo la lluvia tibia

Hoy amaneció y seguía en la cama despierta, mi mente se esfuerza por mantener al cuerpo y al alma pegados con un engrudo de preguntas y adivinanzas, de sueños confusos y claros, de oraciones largas y repetitivas, pero creo que no ha dado resultado, lo único que sucede es que no puedo dormir.

Quisiera como regalo de cumpleaños: una dosis fuerte de verdad, de esperanza, un poco de lluvia tibia que me llene de esperanza o una flecha mortal que me la quite por completo, quiero una linterna para andar en la oscuridad de mi mente y un tranquilizante para que deje de esforzarse tanto por mantenerme de pie, quiero unos tenis más duros, de muchos colores, quiero un paquete de incienso para traer de vuelta a mi alma, quiero que se de cuenta de que soy su destino y que vuelva.

Deseo que este 11 de febrero se nuble como siempre pero que estés aqui como nunca


jueves, 7 de febrero de 2013

En posición fetal

Soy de nuevo como una niña: pequeñita.

Desde que me di cuenta, me sentí chiquitita, pero fue hoy que me di cuenta por qué. 

Los niños pequeños responden a todos los estímulos con solo dos opciones: o se rien o lloran, si los estímulos no son graciosos, entonces la respuesta a todo es llorar, cuando tienen hambre, cuando sienten dolor, cuando creen que se han quedado solos, cuando se sienten frustrados, cuando tienen sueño; no me ha pasado nada gracioso hace mucho tiempo, por eso no me río.

Los niños pequeños casi nunca se dan cuenta si les mienten, y cuando se dan cuenta su dolor es tan profundo que nunca te vuelven a ver igual y por eso a partir de ese momento te preguntan lo mismo muchas veces, para sentirse seguros. Yo sigo pensando que no me mientes.

Los niños pequeños solo viven el ahora, no les importa si "todo se va a solucionar",  si "las cosas pasan por algo", si "se te va pasar", si "No era para ti" o el "tiempo lo cura todo", si les duele en ese momento lloran, gritan, patalean, y no tímidamente, sino hasta enrojecerse, toser, vomitar, desfigurarse, rendirse y al final olvidar a la fuente del dolor.

Soy como niña pequeña y si todo el tiempo me siento triste, no sonreiré y si todo el tiempo me da miedo, me mantendré escondida, y si todo el tiempo me duele, no pararé de llorar, y si no puedo pensar en otra cosa y la esperanza y el optimismo no están aún mi vocabulario, entonces no me resistiré, como agua fluyo en mi infantil y auténtica depresión, y cuando me rinda entonces volveré a pensar en el futuro, hacer planes y leer cosas positivas y motivantes, y dejaré de sentirme chiquitita.

Soy de nuevo como una niña: pequeñita.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Diez pasos hacia atrás

Mirar atrás no solo es doloroso, es adictivo y magnético.

Hoy era el día, salir de mi casa parecía más fácil en un principio, arrastre mi cuerpo tembloroso al consultorio, vi pasar los minutos uno a uno mientras me sudaba la espalda, el techo parecía tan frágil y las paredes cada vez más cercanas; comprobé que el tiempo no existe, es una sensación, y se siente horrible.

El nudo en la garganta no me permitía decir frases completas, como telegrama, terminé de darle mi datos a la secretaria, el doctor seguía en su casa, yo seguía sintiendo como cada minuto me acuchillaba el costado, como al final de cada uno, mis exhalaciones se volvían largas y las inhalaciones cortas, pronto ya estaba agitada, el corazón buscaba una salida de mi pecho y tuve que irme.

Lo sabía: sigo huyendo, pero estos fueron diez pasos hacia atrás, me sentía tan segura de ir por la pista correcta, trazando mi ruta circular hacia mi milagro, hacia ti. Hoy fui cobarde, mañana volveré a intentarlo, ahora tengo que correr el doble, ser dos veces más valiente, orar en movimiento, esperar el doble del tiempo, aunque los minutos me sigan haciendo pequeñas y superficiales cortaditas, yo seguiré lamiendo mis heridas todas las horas que falten hasta verme de nuevo bajo tu lluvia tibia.

Ya sé que necesito ayuda, ese es el primer paso.



martes, 5 de febrero de 2013

Posible no es igual que probable

Es probable que me olvide, es posible que aún me ame...

En mi mente siempre estoy calculando probabilidades, es el residuo de lo que solía ser mi preciado razonar, todo en el universo es posible: soñar despierta, escribir sin tinta, hablar con los ojos, escuchar tus pensamientos, viajar sin el cuerpo, amar sin medida, odiar sin tregua, morir en vida, vivir en agonía.

Pero no todo es probable, es ahí donde surge el dolor cuando en el juego en donde has apostado lo que queda de ti las probabilidades no te favorecen, aferrada a lo posible, sigo repitiéndome que tengo "la mano ganadora" aún cuando no tengo estrategia, ni puedo hacer trampa, cuelgo de un delgado hilo de fe que trato de tejer en mis oraciones interminables, ininterrumpidas, suplicantes.

Es posible que no quiera ver la verdad, aunque me la he pasado pidiéndola, es posible que no haya muerto y solo este dormido, es posible que mi hilo de fe no se rompa, es posible sobrevivir otra noche impregnada de miedo, es posible que mienta, es posible que no, es posible enloquecer, es posible que me devuelvan la poesía, es posible que cicatricen las heridas.

Es posible pero no es probable. 

Hasta la naturaleza parece estar muerta


Ayer fue un día gris, espeso, frío, la vida es un espejo.

Como sea me recordé que lo único que podía hacer era seguir corriendo, me levanté temprano. Sigo corriendo en círculos, sigo huyendo, me sigue ardiendo la piel, sigo llorando cuando termino, sigo arrastrando mi cuerpo, pero pasó algo distinto: me regalaron una "flor muerta" la carcasa pálida de lo que alguna vez albergo las semillas de un árbol maravilloso, estaba rodeada de filosas espinas, vacía, polvienta, la flor miraba tiesa al suelo, nunca más voltearía a ver el sol.

"¿No es hermosa?" me dijeron, me miraron tan profundamente que me sentí invadida, como si vieran mi ser detrás de la expresión neutra que me esfuerzo en mantener. "Es como tu, bonita". Si no fuera porque en este momento solo esta mi mente presente no la hubiera visto con esos ojos. Era cierto, es como yo; me pegó la verdad en el pecho tan fuerte que no pude contener mi reflejo de llorar, igual de pálida, vacía, mirando constantemente al piso, rodeada de espinas que evitan que aún estando tan frágil la puedas aplastar con tu mano desnuda, seca, tiesa.

Cuando no te atreves a verte, la vida te pone muchas espejos, yo y la naturaleza parecemos estar muertos, pero esperamos el milagro que nos devuelva la vida y el valor de voltearnos a ver como somos, mi milagro viene en camino. Yo lo se.


domingo, 3 de febrero de 2013

Huir para regresar

Corro porque siento que huyo

Creo en mi mente, mi compañera, la ilusión de que me alejo, siento que es la única instrucción que sigue obedeciendo mi cuerpo, por un momento pensé en la película de Forest Gump, y en el momento en el que se siente lleno de dolor y su respuesta automática es: correr, huir de la tragedia, alejarse de la fuente de sufrimiento, concentrarse en no caer, en seguir respirando, en el reloj, en el de al lado, ojalá y no me sea necesario correr tres años como lo hizo él.

La parte más difícil de correr es llegar al lugar donde comenzaste, donde nada aparentemente ha cambiado, correr en círculos es huir para regresar, es ahí donde me gana el llanto, cuando se me doblan las piernas, cuando no puedo más; pero llega otro día y quiero salir a correr, no lo disfruto, no podría, pero la sensación de escapar me embriaga.

Ahora que escribo estas líneas me doy cuenta de que corro, al menos en mi mente, todo el tiempo. Trato de escapar de los fantasmas, de los recuerdos, del dolor incansable, de la gente, de las preguntas. Corro alrededor de una circunferencia que parece interminable, y quiero regresar justo al lugar en donde comencé a correr, esa es mi meta, pero deseo que al llegar a ese mismo lugar, al principio, al origen, las cosas ya no sean iguales, quiero llegar y ver luz, amor, sentir de nuevo ganas de reirme, de enseñar, de él. 

Es este proceso de huir para regresar el que me regresa un poco de paz al alma, alguien que me regale un granito de energía?

sábado, 2 de febrero de 2013

Las cosas son cosas

Ayer terminaron vaciar mi vieja casa, la "casita mágica" en donde fui tan feliz y al final donde me perdí en este insano dolor. 

Cada cosa que ocupaba un lugar en esa casa tiene un significado, una historia, poner en cajas los recuerdos y los sentimientos fue tan rápido, que no me detuve a pensar en nada, en medio de un remolino de agua y sal solo pensaba cuanto tiempo me iba a tomar encerrar el dolor en cajas de cartón y mandarlo lejos.

Luego llegaste y te diste cuenta del vacío, de la energía que quedaba en las cosas te las llevaste y creí que igual que lo que yo había encerrado en cartón, tu las guardarías como los niños guardan sus juguetes predilectos, como tesoros bajo la cama para tenerlos al alcance de la mano, en un cajón entre tus cosas para que se impregnara todo del recuerdo y de mi. Pero las sacaste de su lugar, de mi, de ti y las llevaste con ella, tu si las viste como lo que son: cosas.

Ahora que vuelvo a abrir esas cajas en donde se quedó encerrada nuestra energía, percibí por primera vez el olor del dolor y me hizo cerrar los ojos, no me di cuenta que los cerré no solo un momento sino hasta ahora, me he negado a ver al mundo y verme a mi.

Desde entonces vivo encerrada, encerrada en mi mente, mi compañera de viaje, en un ambiente inundado de humo con olor a dolor, lleno de estática que no me permite escuchar nada, pidiendo señales cuando no puedo percibirlas, ni si quiera adivinarlas.

Necesito sacar las cosas de las cajas y convencerme de que son solo cosas, sacarles lo que queda de nosotros y romperlas, arrugarlas, deshacerlas, tú les darás nuevos significados  y yo dejaré de dárselos. 

Estoy rodeada de cosas, son solo cosas

viernes, 1 de febrero de 2013

Apenas existo

"Tengo que empezar a escribir de nuevo" me levantó en la mañana esa voz grave que a veces escucho, creo que es la voz de alguien que conozco pero que me conoce aún más a mi.

Decidí dejar el papel a un lado, mientras me siga escondiendo del mundo no habrá nadie que lea esos papeles, probablemente tampoco haya quien lea estas líneas, pero prefiero dejarlo al azar y hacer este ejercicio de verborrea esperando que me sirva de terapia o de consuelo o de ventana al mundo exterior, además el brillo de la pantalla me seca los ojos y eso me impide llorar mientras tecleo, con la pluma no pasa lo mismo y terminan ilegibles los versos y las prosas por igual.

Hace muchos días que sentí que me arrancaron la piel, cualquier roce me arde, ando en "carne viva" tratando de esconderme del viento, del sol, de las miradas, de las preguntas, de mi misma. Creo que no conozco el dolor más intenso, pero éste se le parece bastante. Leí hace algunos años "Nación Prozac" un libro publicado en el 94 de Elizabeth Wurtzel, tengo al menos un mes sintiéndome atrapada en sus líneas sin tener que releerlas, sumergida en el estupor del ayuno y las horas sin dormir, cansada de mis intentos fallidos por entablar una conversación o leer más de un capítulo en algún libro, buscando desesperada algún distractor, químico o físico que engañe al cerebro unos minutos y calle al corazón otros tantos. 

Entiendo perfectamente que todo pasará, pero mi cuerpo no parece responder a este razonamiento, no se diga mi alma que creo me ha abandonado por que solo siento el hueco en el pecho en donde solía alojarse la mayor parte del tiempo, y mi mente que es la única que se quedo a ser testigo del desastre porque le encanta la fantasía y el drama y buscar explicaciones a las preguntas que no puedo contestarme, esa es mi única compañera en este viaje, mi mente confundida y golpeada, la que escribe estas líneas, la que me mantiene soñando despierta con todas las posibilidades y los escenarios más probables, mi mente que creí tan poderosa y ahora se esconde temblorosa como cachorrito maltratado detrás del miedo y se ha ciclado en una sola respuesta a todos los estímulos: el llanto.

Este es mi momento más oscuro, justo a diez días de cumplir 33 años, mi mente ha escrito estas líneas como parte de su estrategia para recuperar el control de mi cuerpo y encontrar de nuevo paz para que regrese mi alma a hacerle compañía, estas líneas son el principio de la tinta virtual que se derrama sobre el tablero del juego en el que he apostado mi vida, todo esta en la línea, ¿quién paga por ver?