lunes, 25 de febrero de 2013

Ho'oponopono

Te invoco en la oscuridad, te tengo en un momento...

La memoria es un regalo que no sabemos usar, es el gadget que no tiene instrucciones y cuya plataforma amigable nos lleva a desconocer su potencial, los recuerdos nos persiguen aun cuando no son invocados, se autoseleccionan o descartan sin previa autorización y en muchos casos se modifican extrayendo bytes de información de la imaginación.

Las memorias se van empolvando, exagerando, calificando, es necesario limpiarlas, dejarlas ser solo memorias y asegurarnos de que no nos persigan y nos lastimen.

Vivo asechada por estos monstruos en alta definición, estas imágenes, sonidos y esencias que me remueven el alma y controlan los impulsos de mi cuerpo, que me tumban al suelo y no me dejan ver la luz del sol, que me enfrían la sangre y duermen mi paladar.

Por eso te invoco, voy esculpiendo en humo blanco tu rostro, tu pelo, tu cuello, tus hombros, tu espalda, tu pecho, tu vientre, tu sexo, tus piernas, tus pies, tus brazos, tus manos, tus dedos, te visto de azul, huelo tu piel y me siento frente a ti, te tomo las manos...."lo siento", toco justo el centro de tu pecho "te perdono", te tomo la cabeza con mis manos, ala altura de tu sien y acerco tu frente a la mía, "te amo" respiro profundo, lo digo muchas veces y luego te abrazo, recargo mi cabeza en tu hombro y me aferro a tu espalda, siento el latir de tu pecho y tu sangre correr tranquila por tus venas "gracias", prolongo la ese, te suelto y desapareces.

Voy limpiando sin objeto alguno todos mis recuerdos, los visito, los siento, trato de no juzgarlos, los limpio, los transformo y sigo mi camino.

Ho'oponopono, y permito que todo vuelva a su orden natural, que me la inspiración se instale en mí y me siento complacido sabiendo que mi milagro, la lluvia tibia, viene en camino.

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