viernes, 15 de febrero de 2013

Instrucciones para continuar

Perdí al maestro, me quedé sin guía, ¿quién tiene entonces las instrucciones para continuar?

Soy inmune a las respuestas, solo tengo preguntas. Ya le pregunté al viento, al cielo, a mi madre, a 24 libros distintos, a dos poetas, a la voz de mi alma que dejó de hablarme, sigo en la oscuridad, sin ver señales ni luces.

Me tomo los minutos y las flores gota a gota, me unto las horas y los aceites, me inyecto las noches y las medicinas, inhalo las horas y el incienso, para ver si es cierto que el tiempo es buena medicina para esta enfermedad sin cura, tengo todos los síntomas, no veo ninguna mejora, ¿donde están las indicaciones?, ¿cómo se toma el tiempo? y ¿cuáles son los efectos secundarios?.

Me senté en la hierba, rendida, le pregunté a un árbol, cuál es el camino, se me olvido que siempre ha estado en el mismo lugar. 

Hoy no quiero darme por vencida y ya que no tengo instrucciones me senté frente a una hoja en blanco, con un color azul en la mano a escribir las mías: 

1) sigue pidiendo que regrese, que no se te acabe la fe, que tus células, todas, vuelvan a funcionar como debieran 2) levántate de la cama aunque te tome la mitad de tu reserva de energía 3) corre con furia, 4) llora sin límite 5) escribe sin censura y 6) sigue administrando tiempo, por más amargo que sepa, aun cuando no se vean resultados. 

Me conformo con lo que he escrito, mis instrucciones para continuar


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